MARÍA CHAMORRO. PRODUCCIÓN EN CUARENTENA.
María Chamorro es productora, actualmente, en el programa «Gente de Andalucía», en Canal Sur Radio. Tiene una larga trayectoria en el mundo audiovisual, desde que empezara a destacar con programas como «La Travesía» en Canal Sur durante la Expo del 92.
El mundo se paró durante el estado de alarma. Todos quedamos confinados en nuestras casas. Las calles vacías. Declarado el estado de alarma por la crisis del Coronavirus todo quedó en suspenso. Pero la radio y la televisión continuaron. Y tras la imagen y el sonido que nos acompañaban a todos en un duro periodo de cuarentena miles de profesionales audiovisuales estaban adaptándose a las circunstancias para llevar voces e imagen a nuestras casas. Con ello, los profesionales audiovisuales han hecho una labor social enorme, pero cuyo esfuerzo titánico es, la mayoría de las veces, invisible.
En Guía Profesional Audiovisual traemos uno de estos profesionales, María Chamorro, que actualmente trabaja en Canal Sur, y nos cuenta su experiencia laboral durante esta pandemia, que según nos dice, se resume en cuatro palabras “Adaptación, Compañerismo, Empatía y Soledad”.
MARÍA CHAMORRO
María Chamorro es una de esas personas que el espectador no ve, pero cuyo trabajo ha sido imprescindible para numerosos trabajos del mundo audiovisual. Ha ejercido de guionista para Radio y Televisión con la empresa THE END, y tiene, también, un largo recorrido como productora de Televisión y Radio. Ha trabajado en Radio y Televisión siendo emprendedora y pionera en algunos de sus trabajos. Basta nombrar, como ejemplo, su trabajo como locutora en DUMPING. S.L, empresa con la que María, por primera vez, llevaba las ventas a la radio con una propuesta que la hizo visitar numerosas cadenas del país. María llevaba colecciones de CD e invitaba a la participación del oyente, que podía adquirirlos en el propio programa.
Si algo califica a nuestra entrevistada es su capacidad de reinvención y adaptación. Su currículum así lo muestra. A esto debe sumarse su destacado trabajo en compañía de profesionales como Jesús Vigorra. Juanto a él, y a través de las Ondas, María Chamorro, con una sección llamada “las Quejas”, participaba activamente para atender a los problemas sociales que los oyentes comunicaban al programa de radio en cuestión. Cabe destacar que los oyentes no solo hacían una reclamación pública, sino que María junto a sus compañeros de trabajo ayudaban al espectador a solucionar sus problemas.
Claramente, nuestra protagonista es una profesional audiovisual que constantemente se reinventa y entiende los medios de comunicación como una labor social importante. Ejemplos destacados, entre otros, de su trabajo son programas como La travesía, en Canal Sur Radio durante la Expo 92, Informativos en Radio Andalucía Información, Deportes con Rafael Cremades, programas como La calle de En Medio, etc. Son trabajos que atestiguan lo fecundo de una vida dedicada al mundo audiovisual y la Comunicación.
Sabiendo de su profesionalidad como presentadora y productora atender a su experiencia durante el periodo de cuarentena es una fuente de aprendizaje e inspiración para el profesional audiovisual, que necesariamente se adapta a crisis como la que estamos viviendo.
En la actualidad, María Chamorro sigue trabajando como productora en Canal Sur Radio. En el programa Gente de Andalucía, presentado por Pepe Da Rosa y Ana Carvajal, y en Días D Andalucía, con Domi del Postigo. Dos programas de éxito y destacada audiencia, que de un día para otro, tuvieron que adaptarse, como el resto de la programación, a una nueva forma de trabajo. Se había declarado el estado de alarma. Los estudios cerrados, solo una figura quedaba allí, la del técnico de sonido. El resto debía reinventarse. No había parón posible para los medios. Era más necesario que nunca llevar la información al espectador o el oyente. Pero, ¿cómo?
Profesionales como María Chamorro se enfrentaban a una nueva forma de trabajo, desconocida. De nuevo, como María ha hecho varias veces en su trayectoria profesional, tocaba reinventarse.
¿Cómo ha sido posible que en un estudio vacío se germinaran los programas que nos han acompañado durante toda la cuarentena? Sobre esto, precisamente, hablamos con María Chamorro, una figura esencial en esta tarea, con un trabajo de producción invisible, pero imprescindible, para llevar esta odisea hacia delante.
-María, te has reinventado varias veces a lo largo de tu trayectoria profesional, suponemos que el periodo de cuarentena ha sido especial a este respecto, ¿cómo ha sido tu experiencia durante la cuarentena?
Ha sido duro. Emocionalmente y profesionalmente. El trabajo ha tenido que reinventarse de un día para otro. Todos los profesionales de Canal Sur -Cadena en la que María trabaja ahora- tuvimos que marchar a nuestras casas, sin material de trabajo, todo está allí, en los estudios. Teníamos que cambiar nuestra forma de trabajar. La programación continuaba. Pero en los estudios solo quedaban los técnicos de sonido y los informáticos, de ellos ha sido la gran labor.
Por mi parte destaco a mis compañeros Manu, técnico de sonido del programa Gente de Andalucía, y Dani, encargado de las gestiones informáticas para sacar hacia adelante los programas en los que trabajo. Sus trabajos han sido muy duros.
En cuanto llegó la orden de cuarentena, Dani y sus compañeros del departamento de informática tuvieron que instalar en los ordenadores de más de 1200 trabajadores una gran cantidad de sistemas y programas que hicieran posible seguir trabajando telemáticamente. Un trabajo enorme. Manu, como técnico de sonido, también ha tenido una labor ejemplar. Imagina un programa de radio como Gente de Andalucía, presentado por Pepe Da Rosa y Ana Carvajal, en el que siete colaboradores están conectados al mismo tiempo a una IP para que el sonido sea de calidad, gestionar la música, las llamadas. El técnico de sonido ha hecho el trabajo de los productores y el suyo. Ha sido una odisea.
-Por tu parte, María, ¿este periodo ha sido de especial estrés para el profesional audiovisual?
Sin duda. Ha sido una adaptación sin instrucciones. Yo diría que es el compañerismo entre los profesionales lo que ha permitido que los programas siguieran adelante. Hay detalles que el espectador o el oyente ni siquiera imagina. Además, emocionalmente también ha sido más duro y estresante. Imagina. Yo tuve que marchar a mi casa sin mi ordenador. Todo se quedó en el estudio. Me pregunté, “¿ahora cómo lo hago?”.
Fueron los informáticos los que me instalaron todo en casa. Pero todo fue tan improvisto que hay factores difíciles de controlar. Por ejemplo, tuve que usar el ordenador de mi hijo, que aún está estudiando, y compartirlo con él para teletrabajar. Teníamos que hacer videollamadas para preparar los programas. Recuerdo, como anécdota, que agradecí que mi hijo tuviese 19 años, pues Domi del Postigo-con el que María trabaja en Días D Andalucía- tiene un hijo con un solo año, su mujer trabaja, y el atendía al programa con el pequeño en brazos. Son factores cotidianos, pero incontrolables que dificultaban el trabajo y aumentaban el estrés.
La Radio ha sido en este periodo un medio más vivo que nunca, la programación nunca estaba enlatada. Cada programa también nos ha pedido adaptación.
-Durante la cuarentena, la población tenía un flujo de información constante. También mucho bulo. Por tu parte, María, ¿cuáles crees que han sido las mayores dificultades a la hora de informar?
Antes de referirme a los bulos, sobre informar destacaría el papel de la radio. La Radio es un medio muy vivo. Estas en directo. Tienes un programa preparado, pero en cualquier momento una información nueva te obliga a cambiar el esquema entero del programa. Este es el trabajo del productor-el de María-. En este periodo Manu- técnico de sonido del programa Gente de Andalucía, en el que trabaja María- debía cambiar de nuevo cada conexión, solo. Como si tuviese ocho brazos, como una diosa india-bromea-y yo debía adaptarme a las nuevas informaciones.
En cuanto a tu pregunta, es cierto que después de tanto tiempo el profesional de la información se huele la noticia falsa. El método, aun así, siempre, debe ser contrastar. Por desgracia, las redes son una muy buena herramienta, pero no siempre se usan bien y abundan los fakes. Aun así, en Canal Sur, contamos con un sistema propio de noticias, el INEUS, donde nos aparecen las noticias de manera instantánea. A partir de ahí, mi trabajo es tirar de agenda. En cuanto veo una noticia llamo a organismos oficiales para contrastarla y verificarla.
En este periodo de cuarentena ha habido mucho trabajo de este tipo, y una nueva noticia nos obligaba a cambiar la estructura entera del programa. La Radio ha sido en este periodo un medio más vivo que nunca, la programación nunca estaba enlatada. Cada programa también nos ha pedido adaptación.
-Adaptación tras adaptación. ¿Era un trabajo sobre la marcha?
Algo así. Estábamos organizados. Sobre todo ha sido esencial el compañerismo entre todos los profesionales audiovisuales, tanto en radio como en televisión. Pasábamos a trabajar desde casa, y en ellas no tenemos un lugar específico preparado para hacer radio o televisión. Nos íbamos reinventando y ayudando constantemente. Sabíamos que era una labor muy importante, especialmente durante la cuarentena.
-¿Dirías que los medios han hecho una función social pero con un trabajo invisible?
Yo diría que sí. Todo paraba, pero los programas continuaban. Y, por ejemplo en la radio, debíamos conseguir la misma calidad de sonido que en el estudio. No queríamos que los colaboradores se escucharan con un mal sonido, como el que a veces da el teléfono. Fuimos tirando de programas, IP, y de una organización que solo ha sido posible gracias a la generosidad y la ayuda mutua. Nos hemos enfrentado a otra forma de trabajar, pero el oyente no notaba nada. El trabajo se triplicaba, pero era invisible. Eso seguramente es que se ha hecho algo bien.
-¿Cuál, dirías, ha sido el momento más duro en tu trabajo en el periodo de la cuarentena?
Yo, personalmente, te puedo contar uno que me impresionó bastante. En Semana Santa tuve que ir a los estudios a echar la mano, el Jueves y el Viernes Santo. Eran fechas con una especial carga de trabajo. Me impresionaron las calles vacías de Sevilla. Pero aún más cuando llegue al estudio. Allí estuve haciendo el programa de radio, Gente de Andalucía, sonaban más de nueve personas como si estuvieran en el estudio pero solo estaba Manu, el técnico de sonido, y las voces. Me impresionó la soledad, había mucha gente en el programa, pero en el estudio solo voces, eso, al fin y al cabo es la radio. Es ahí cuando te das cuenta de que a pesar de que estemos trabajando más en la cuarentena hemos aprendido también muchas cosas, porque tienes una visión diferente.
-Sin duda, toda etapa de este tipo es etapa de aprendizaje. ¿Qué destacarías más de lo aprendido?
Yo lo resumiría en cuatro palabras: empatía, compañerismo, soledad y adaptación. Cuando iba al estudio iba asustada. Yo no quería contagiarme. Cuando llegué y vi a Manu- el técnico de sonido del programa Gente de Andalucía, en el que María hace también una importante labor- solo pensé: los técnicos han sido las piedras angulares de la radio y la televisión. Los protagonistas de esta odisea.
los técnicos han sido las piedras angulares de la radio y la televisión. Los protagonistas de esta odisea.
Yo he tenido que adaptarme, junto a todos mis compañeros, pero la soledad en un estudio lleno de voces no deja de ser impresionante. Eso te hace empatizar con el compañero de trabajo, y nos ha llevado a ayudarnos los unos a los otros, lo que ha facilitado la adaptación. Había que hacerlo, los profesionales audiovisuales teníamos un trabajo muy importante durante la pandemia, y el de los técnicos es invisible, pero han sido esenciales para que la programación continuara, con nuevos medios y formas de trabajo para cumplir lo que en este periodo ha sido una labor social.